Zika es una enfermedad vírica que transmiten los mosquitos, está causando alarma internacional después de que un brote en Brasil se haya extendido en gran parte de las Américas.
El virus de Zika es un virus emergente transmitido por mosquitos que se identificó por vez primera en Uganda, en 1947 en macacos de la India a través de una red de monitoreo de la fiebre amarilla selvática. Posteriormente, en 1952, se identificó en el ser humano en Uganda y la República Unida de Tanzanía. Se han registrado brotes de enfermedad por este virus en África, las Américas, Asia y el Pacífico.
- Género: Flavivirus
- Vector: mosquitos Aedes (que habitual
mente pican por la mañana y al atardecer/anochecer) - Reservorio: desconocido
Signos y síntomas
El periodo de incubación (tiempo transcurrido entre la exposición y la aparición de los síntomas) de la enfermedad por el virus de Zika no está claro, pero probablemente sea de pocos días. Los síntomas son similares a los de otras infecciones por arbovirus, entre ellas el dengue, y consisten en fiebre, erupciones maculopapulares, conjuntivitis, mialgias, artralgias, malestar y cefaleas; suelen durar entre 2 y 7 días.
Durante los grandes brotes que se han producido en la Polinesia francesa en 2013 y el Brasil en 2015, las autoridades sanitarias nacionales notificaron potenciales complicaciones neurológicas y autoinmunes de la enfermedad por el virus de Zika. Recientemente, en el Brasil, las autoridades sanitarias locales han observado un aumento de las infecciones por este virus en la población general, así como un aumento de los recién nacidos con microcefalia en el nordeste del país.
Los organismos que están investigando estos brotes están encontrando pruebas cada vez más numerosas de una relación entre el virus de Zika y la microcefalia, aunque son necesarias más investigaciones para entender esa relación. Asimismo, se están investigando otras causas posibles.
Transmisión
El virus de Zika se transmite a las personas a través de la picadura de mosquitos infectados del género Aedes, y sobre todo de Aedes aegypti en las regiones tropicales. Este mosquito es el mismo que transmite el dengue, la fiebre chikungunya y la fiebre amarilla.
Los primeros brotes de enfermedad por el virus de Zika se describieron en el Pacífico en 2007 y 2013 (Yap y Polinesia francesa, respectivamente), y en las Américas (Brasil y Colombia) y África (Cabo Verde) en 2015. A ello hay que añadir que más de 13 países de las Américas han notificado infecciones esporádicas por el virus de Zika, lo cual indica que este está teniendo una rápida expansión geográfica.
Los hombres que han estado expuestos al virus del Zika y cuya pareja está embarazada deben usar preservativo o abstenerse de tener relaciones sexuales hasta que nazca el bebé, aconsejaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), en los lineamientos que pretenden prevenir la transmisión sexual del virus.
Venezuela
El Ministerio de Salud de Venezuela hasta ahora se ha limitado a confirmar la presencia de la enfermedad.
La comunidad médica de Venezuela exige que el gobierno publique estadísticas oficiales sobre el virus zika, advirtiendo que en este país sudamericano la enfermedad “ya es una amenaza pública”.
Los primeros cuatro casos de zika, registrados en noviembre pasado, fueron reportados oficialmente el 4 de diciembre por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esos casos fueron confirmados por estudios de laboratorio y correspondieron a mujeres que vivían en zonas fronterizas con Brasil. Hasta ahora no hay cifras oficiales completas.
Diagnóstico
El virus de Zika se diagnostica mediante PCR (reacción en cadena de la polimerasa) en tiempo real y aislamiento en muestras de sangre. El diagnóstico serológico puede resultar difícil, y el virus puede presentar reacciones cruzadas con otros flavivirus, como los virus del dengue, del Nilo Occidental y de la fiebre amarilla.
Prevención
Los mosquitos y sus lugares de cría suponen un importante factor de riesgo de infección por el virus de Zika. La prevención y el control dependen de la reducción del número de mosquitos a través de la reducción de sus fuentes (eliminación y modificación de los lugares de cría) y de la disminución de los contactos entre los mosquitos y las personas.
Para ello se pueden utilizar repelentes de insectos, ropas (preferentemente de colores claros) que cubran el cuerpo tanto como sea posible, barreras físicas como mosquiteros o el cierre de puertas y ventanas, y mosquiteros de cama.
También es importante vaciar, limpiar o cubrir los utensilios que puedan acumular agua, como cubos, macetas o neumáticos, eliminando así lugares de cría de mosquitos.
Hay que prestar especial atención y ayuda a quienes no pueden protegerse adecuadamente por si solos, como los niños, los enfermos o los ancianos.
Durante los brotes, las autoridades sanitarias pueden recomendar la fumigación con insecticidas. Los insecticidas recomendados por el Plan OMS de Evaluación de Plaguicidas también se pueden utilizar como larvicidas para tratar recipientes de agua relativamente grandes.
Los viajeros deben adoptar las precauciones básicas descritas anteriormente para protegerse de las picaduras de mosquitos.
Tratamiento
Los pacientes deben:
- Estar en reposo
- Beber líquidos suficientes
- Tomar analgésicos comunes para el dolor.
Si los síntomas empeoran deben consultar al médico.
En la actualidad no hay vacunas.