El melanoma
Es un tipo de cáncer de piel que aparece cuando las células encargadas de la pigmentación (melanina) de la piel, cabello y ojos llamadas melanocitos se convierten en malignas. Ante la exposición solar, estas células producen más melanina como mecanismo de defensa contra la radiación ultravioleta. Lo que ocurre es que, a mayor exposición solar, hay más riesgo de que estas células empiecen a hacerse malignas.
Los melanocitos pueden agruparse formando nevus, más conocidos por todos como lunares, que van apareciendo a lo largo de la infancia y adolescencia. El melanoma suele aparecer sobre piel sana, pero podría crecer sobre algún lunar, especialmente los nevus displásicos -un tipo de lunar de diferente apariencia al de un lunar común, puede ser más grande que un lunar común, y su color, superficie y bordes pueden ser diferentes y puede tener más de 5 milímetros de ancho. Puede presentarse como una mezcla de varios colores, desde rosado hasta castaño oscuro. Usualmente, es plano con una superficie lisa, ligeramente escamosa o arenosa, y tiene un borde irregular que puede desvanecerse en la piel del rededor- o los congénitos -existe en el nacimiento o que aparece poco tiempo después. El término “congénito” implica que el lunar se ha producido en algún momento del desarrollo de la vida uterina del niño, pero no es hereditario, no es genético- con mayor riesgo cuanto mayor tamaño.
Se distinguen varios tipos de melanoma:
- melanoma lentigo maligno: tiene mejor pronóstico. Suele ser una mancha extensa en zonas de exposición solar crónica.
- melanoma de extensión superficial: es el tipo más frecuente. Es una mancha superficial de crecimiento relativamente más lento.
- melanoma acral: afecta palmas, plantas, uñas, genitales y boca. Es poco frecuente.
- melanoma nodular: de mal pronóstico ya que crece en profundidad rápidamente. Se aprecia un nódulo tumoral. Tiene mal pronóstico.Es más frecuente en hombres.
- melanoma de mucosas: en mucosa oral, genital o en el tubo digestivo.
- melanoma ocular: puede afectar la coroides, el cuerpo ciliar o el iris. Tiene alta tasa de mortalidad por su facilidad para metastatizar.
Causas
Los factores implicados en que aparezca un melanoma son variados, pero el que parece el factor fundamental es la exposición solar excesiva, especialmente en la infancia. Aunque puede aparecer a cualquier edad, la másfrecuente al diagnóstico suele ser los 40-50 años.
Los rayos ultravioleta (UV) son sin duda una causa principal para muchos melanomas. Los rayos UV pueden dañar el ADN en las células de la piel. Algunas veces este daño afecta a ciertos genes que controlan la manera en que las células de la piel crecen y se dividen. Si estos genes ya no funcionan adecuadamente, las células afectadas pueden formar un cáncer. La mayor parte de los rayos UV procede de la luz solar, pero cierta cantidad puede proceder de fuentes artificiales
Hay personas más propensas a padecer melanoma, como son:
- personas con antecedentes familiares de melanoma.
- personas que ya han tenido un melanoma.
- gente de piel clara, ojos claros y pelo claro, especialmente pelirrojo.
- personas con elevado número de nevus (más de 40), nevus displásicos o nevus congénitos.
- personas que nunca se han protegido del sol, con múltiples quemaduras solares desde la infancia.
- situaciones de inmunodepresión, por enfermedades o tratamientos como quimioterapia o inmunosupresores.
Síntomas
Un melanoma no tiene por qué dar síntomas, por esta razón debemos revisar nuestro cuerpo diariamente para verificar que no se haya aparecido alguna mancha o lunar con características extrañas.
De hecho, hay veces que un lunar pica y no es signo de malignidad sino que lo más probable es que se haya irritado por el roce. En cuanto al sangrado, un lunar o nevus benigno puede sangrar si ha habido traumatismos, por ejemplo en zonas que se afeitan, sin ser signo de malignidad. No obstante hay que consultar porque un melanoma puede sangrar y eso suele indicar que está avanzado.
Si el melanoma ya hubiera producido metástasis en los ganglios cercanos se podrá notar algún bulto en la zona correspondiente de drenaje linfático, por ejemplo en ingle o axila.
Diagnóstico
Los signos de alarma ante los que se debe sospechar melanoma son:
- A. Asimetría. Lesión más elevada por una zona que otra, más rugosa, etc. Si dividimos la lesión en 4 cuadrantes son diferentes entre sí.
- B. Bordes irregulares. Sobre todo cuando forman picos, son estrellados o con espículas.
- C. Color no homogéneo. Debemos sospechar cuando hay muchos colores en una misma lesión, sobre todo marrón oscuro, negro, azulado, rojo.
- D. Diámetro superior 6 mm. A partir de ese tamaño deben vigilarse más.
- E. Evolución. Cambios de tamaño, forma, colores en poco tiempo.
Una vez tenemos la sospecha de melanoma debe realizarse la biopsia de extirpación de la lesión, a ser posible entera para estudio histológico, que confirmará o no la presencia de células de melanoma.
Si se confirma melanoma debe realizarse un estudio de extensión para ver si en el momento del diagnóstico ya hubiera metástasis: TAC, PET, resonancia magnética, análisis de sangre y biopsia del ganglio centinela.
Tratamiento
El tratamiento del melanoma consiste en la extirpación del tumor lo más rápido posible como pilar fundamental. Cuando se confirma que es un melanoma habrá que volver a operar para ampliar los márgenes de la lesión, en función del grosor y profundidad del melanoma.
En algunos casos, sobre todo cuando el tumor está extendido a distancia con metástasis, se administra quimioterapia o inmunoterapia.
A partir de la extirpación de melanoma el paciente realizará revisiones frecuentes de seguimiento donde se controlará que no aparezcan recidivas, es decir, que vuelva el tumor o aparezcan metástasis.
Prevención
La mejor manera de prevenir el cáncer de piel, tanto melanoma como no melanoma, es la protección solar. Deben seguirse estos consejos:
- Debe evitarse la exposición solar, especialmente en las horas centrales del día que es cuando el sol incide más directamente sobre la tierra.
- Debe usarse protección solar 50 + todo el año. Hay que aplicarse el fotoprotector 20 minutos antes de la exposición. No sólo debe ser aplicado en los lunares sino en todo el cuerpo expuesto al sol, y debe reaplicarse cada 2 horas, ya que pasado ese tiempo pierde efecto, y también si nos bañamos.
- Evitar las quemaduras solares es importante, especialmente en la infancia, siendo muy útil proteger además a los niños con gorros, gafas de sol y camisetas.
- Los días frescos y nublados el sol también quema, de hecho a veces quema más porque nos confiamos y no nos aplicamos protección solar.
Además es importante estar pendiente de los signos de alarma (ABCDE: asimetría, bordes irregulares, múltiples colores, diámetro y evolución) para consultar a tiempo y permitir realizar un diagnóstico precoz, con mejoría del pronóstico cuanto más pronto se detecte la enfermedad. Ante cualquier signo de alarma o cambios en un lunar o una mancha nueva que aparece a partir de los 20-25 años se debe acudir al dermatólogo.
No olvides chequear siempre las nuevas manchitas que veas en tu cuerpo y si consigues alguna extraña, no dudes en acudir a tu dermatólogo de confianza.