Poemas para el Día de las Madres

Distancia cercana

Aunque tú ya no estés presente,
Amor sincero y verdadero siempre están en mi mente.
Mi corazón escucha en cada momento tu ser,
De una madre que dio todo por verme crecer.

Rompiendo la regla de versos decasílabos al escribir,
Pero más que eso, prevalece lo que uno ha de sentir.
“Distancia” entre comillas, pues ¿qué es la distancia?
Cercana o lejana es el dilema en instancia.

De qué sirve que alguien esté presente si está ausente,
Si con el pensamiento su sentir no es permanente.
Pero el amor de mi madre siempre llena mi corazón,
Pues trasciende cualquier sentido y aun hasta la razón.

Desde el día que te vi partir a la eternidad,
Tu sonrisa la veo llena de toda bondad.
Mujer virtuosa que vio a sus hijos crecer,
Dando todo su esfuerzo y trabajo a más no poder.

Distancia cercana pues no existe lo ilógico en la vida,
Porque quien no fue inventor a partir de una simple teoría.
Dios te bendiga y te guarde es de hecho lo más importante,
En la distancia cercana alguien que siempre te tiene en su mente.

Feliz día madre te digo con el corazón,
Desde la distancia cercana que pareciera no tener razón.
Te extraño aunque mi corazón siempre te tiene presente,
Confiando volverte a ver, palabras de un Dios viviente.

Carlos A. Sánchez Gallardo

Así era mi madre

A María Romelia Arana
Mi madre globalizó la ternura
era enérgicamente dulce
daba órdenes con la mirada.

Predecía el estado del tiempo
dialogaba con las flores,
veneraba a las coníferas
y santificaba el agua,
fue discípula de la naturaleza.

Ella, no se miraba en los espejos
decía que se veía en nuestros ojos.
Luego que nos amamantó
nos enseñó a amar la vida
y a pararnos al caernos.

Mi madre andaba tras el tiempo
y cuando se fue, me dejó sus ojos
los cerró y me los echo en el pecho.

Por: José Antonio Arana.

Mi primer Amor

Dicen que el primer amor nunca se olvida!
Y es cierto, tal vez no recuerde cuando nací,
Cuando dije esa palabra mágica: “Mamá”

En mi mente se vienen recuerdos vagos de mi niñez junto a tí,
Si me recuerdo que me subía al sillón y te peinaba tu pelo negro como la obscuridad,
Liso y largo, te pintaba las uñas de tus manos y pies,
Para tú cumpleaños un regalito sencillo

Pero para ti era el mejor regalo del mundo, me recuerdo que nunca
Sentí la ausencia de un padre porque tú llenabas ese vacío y a pesar
Que no tuviste esa ayuda tan necesaria para criar a tres hijos lo hiciste
Bien que digo bien, rebien al máximo que he sido testigo de las bendiciones
que Dios te ha dado para podernos sacar adelante! Y hoy madrecita linda no hay
palabras de gratitud para darte las gracias por haber hecho un buen trabajo con
Tus tres hijos y a pesar que ya estamos grandes que cada uno de nosotros formó
un hogar, tú siempre pendiente de nosotros recibiendo consejos regaños y por eso
Madrecita hoy te digo ¡Que tú eres y serás mi primer amor!

Frida Ramos

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