El mal hábito de comerse las uñas no solamente es mal visto sino que además puede causar la muerte. Esto fue lo que le ocurrió a un británico de 28 años de edad quien casi pierde la vida.
Luke Hanoman comenzó a sentirse mal después de morder la piel de una de sus uñas. Durante una semana luchó contra los aparentes síntomas de la gripe, sin darse cuenta de que una infección se estaba extendiendo a través de su sangre. Comenzó con escalofríos, fiebre, palpitaciones hasta que su dedo comenzó a hincharse y le aparecieron líneas rojas por todo el cuerpo.
Cuando fue trasladado a emergencias fue diagnosticado con una sepsia, una complicación que se desarrolla luego de una infección debido a que el sistema inmunológico comienza a funcionar a toda marcha, lo cual puede provocar un suministro sanguíneo reducido a los órganos. Por suerte el joven logró sobrevivir.
Según Shamir Patel, fundadora y farmacéutica de Chemist-4-U.com, el hábito de morderse las uñás puede causar una enfermedad grave. Dice: «Quitar la piel alrededor de las uñas puede dejar heridas abiertas que pueden infectarse rápidamente. La sepsis y otras infecciones pueden ser causadas por alguien que accidentalmente muerde la piel. Cualquiera que tenga la costumbre de morderse las uñas debe conocer los riesgos involucrados y hacer todo lo posible para detenerlo».
En definitiva, las uñas no están hechas para ser consumidas, por lo que su ingesta puede provocar serias infecciones con graves consecuencias. Se recomienda a las personas que sufren de onicofagia (habito de comerse las uñas) que busquen alternativas para tratar la ansiedad que los lleva a practicar este hábito.