“Ser Proactivo” es el hábito número 1 del libro: “Los 7 habitos de la Gente Altamente Efectiva” de Stephen Covey.
Ser Proactivo, significa tomar control consciente sobre tu vida, fijarte objetivos y trabajar duro para lograrlos. En vez de reaccionar ante eventos y esperar a que lleguen las oportunidades, sales y creas tus propios eventos y oportunidades.
Ser Proactivo significa que en vez de ir actuando con base en las situaciones que van llegando a tu vida, creas las situaciones con un proceso casi de ingeniería.
Muchas personas piensan reactivamente. Es decir, que piensan en el momento en que las cosas ocurren, reaccionan al percibir determinadas situaciones o eventualidades. Y pensar de manera reactiva es hasta cierto punto bueno, sin embargo, se convierte en un problema cuando es todo lo que define a la persona como tal, nada más que actuar con base en instintos y reacciones, vivir en piloto automático.
Existe un espacio importante entre Estímulos y Respuestas, y dentro de ese espacio, yace el potencial que llevamos dentro para responder o reaccionar.
Cuatro dones humanos especiales nos dan este poder:
Autoconocimiento:
La comprensión de que tienes opciones para escoger entre el estímulo que recibes y la reacción que tomas. Si alguien te insulta, puedes escoger la opción de no sentir ira. Si alguien te ofrece un dulce, puedes escoger la opción de no recibirlo.
Consciencia:
La habilidad de consultar con tu brújula interior para decidir que es lo mejor para ti. Puedes tomar decisiones con base en tus principios, sin importar si es lo correcto desde el punto de vista social.
Imaginación Creativa: La habilidad de visualizar respuestas alternativas. Usando tu imaginación, puedes generar y evaluar diferentes opciones.
Voluntad Propia:
Tienes la libertad de escoger tu respuesta o reacción única. No te encuentras forzado a responder conforme lo dictaminen las expectativas de los demás.
La carencia de actividad puede convertirse en una gran debilidad en alguno de estos cuatro puntos.
Quizás inviertas mucho tiempo en un estado de baja consciencia y nunca llegues al nivel de conocimiento necesario para tomar decisiones proactivas en tu vida. Quizás tu consciencia se ha cegado debido al acondicionamiento social, y por tanto no estás seguro que es lo que realmente deseas de la vida; cuando sientes que algo anda mal, lo primero que haces es ver cómo los demás lo verían en este caso. Quizás no te tomes el tiempo de visualizar la posibilidad de evaluar alternativas. O quizás tu voluntad se encuentre restringida por la presión de adaptarse a las expectativas de los demás.
Sin duda alguna, todo el tiempo estamos reaccionando ante las eventualidades de la vida, ya sean estas internas o externas. La diferencia entre la proactividad, y la reactividad puede ser vista en términos del grado de “procesamiento mental” que ocurre entre las etapas de Estimulación y Reacción.
Una persona proactiva aplicará los 4 dones humanos mencionados previamente para escoger una respuesta o reacción (o podrá escoger no hacer absolutamente nada). Pero más que eso, una persona proactiva invertirá tiempo en tomar decisiones de vida conscientes, y adoptar una actitud responsable por ello.
Las personas reactivas, tienden a alejarse de sus valores o principios. En vez de vivir sus vidas con base en sus propias reglas morales, copian de las vidas de los demás, las reglas que estos aplican, y finalmente si las oportunidades no llegan a cruzarse en su camino, continuarán viviendo la misma vida año tras año, pues esto puede llegar a ser semi-satisfactorio (ejemplo, no cambiar de trabajo por mucho tiempo, o no emprender).
Si muchos de los amigos de una persona reactiva empieza a hacer ejercicio, dicha persona lo hará también, de lo contrario, no iniciará con este hábito por si sola. Ellos siguen al corriente de la gente y las circunstancias que le rodean, pero no crean dichas circunstancias.
Sus vidas están demasiado fuera de su control consciente, tienden a tomar pleno dominio de sus dones humanos cuando llega a ser estrictamente necesario e incluso en situaciones de fuerza mayor, pero cuando las cosas van ” bien” sus vidas van prácticamente en Piloto Automático.
La gente proactiva, por otro lado, conoce a la perfección sus valores y principios. Toman decisiones conscientemente con base en dichos valores. Crean oportunidades y las dirigen junto con su propia corriente. Incluso cuando las cosas pintan bien, siguen tomando decisiones conscientes. En ocasiones esto significa mantener la situación consistentemente como está en la actualidad, y en ocasiones significa tomar nuevos rumbos.
A veces los valores de las personas proactivas, se alinean con lo que es socialmente popular, a veces no. La gente proactiva tomará acciones que se verán extrañas ante los ojos de personas reactivas. Quizás las personas proactivas en algún momento renuncien a su trabajo para iniciar su propio negocio, incluso cuando todo parecía ir tan bien con dicho trabajo.
Empezarán nuevos proyectos o actividades fuera de lo común, cuando pareciera que no hubiese motivo alguno por los cuales deberían hacerlo.
Una persona proactiva seguirá prestando atención a los eventos externos, pero serán los pilotos de sus vidas, conduciéndolas por el camino que les llevará al destino deseado, independiente de las condiciones externas.
Si una persona reactiva fuera capitana de un barco, el barco flotaría a la deriva, hasta llegar a tierra firme, o estrellarse. Dicha persona estaría muy pendiente de estudiar las corrientes de agua, tratando de predecir donde terminará el barco en función de las corrientes que lo adopten. Si las corrientes son buenas, la persona reactiva se sentirá feliz. Si las corrientes por el contrario, son pobres, dicha persona sentirá estrés.
En ocasiones esta persona intentará definir un destino, y si las corrientes de agua son adecuadas, el barco logrará llegar. Sin embargo, si esto no ocurre, la persona se rendirá y decidirá encallar en un lugar mucho más cercano o fácil.
Si una persona proactiva fuera capitana de un barco, por otro lado, el barco iría donde el capitán quiere que vaya. Este capitán notaría las corrientes, pero las usaría someramente con propósitos navegacionales. En ocasiones el barco flotará con las corrientes, en ocasiones irá en contra. Importará muy poco realmente si las corrientes son buenas o no; este capitán llegará a su destino sin importar las condiciones que se le presenten en todo momento. Las corrientes podrán, cuando mucho, controlar el tiempo de llegada y el camino exacto a seguir para lograr arribar a su destino, pero no tendrán poder alguno sobre cual es el destino al que se llegará, debido a que esto será única y exclusivamente una decisión del capitán.
Algunos ejemplos del uso del lenguaje por parte de Personas Reactivas vs. [Personas Proactivas]:
- ¿Hacia donde se dirige el mercado? [¿A donde debería ir ahora con mi empresa? ¿Y como llegaré a ese punto?]
- No tengo tiempo para hacer ejercicio. [¿Cómo saco tiempo para hacer ejercicio?]
- ¿Qué tanto dinero ganaré si hago X cosa?. [¿Qué tanto dinero quiero ganar, y que debo hacer para ganarlo?]
- Veré que pasa. [Lo haré]
- Estoy muy cansado. [¿Qué puedo hacer para incrementar mi energía y motivación?]
- Nunca he sido bueno en matemáticas. [¿Cómo puedo mejorar mis habilidades como matemático y disfrutar del proceso?]
- Nada me inspira. [¿Que haría si supiera que no podría fallar?]
Usualmente las personas reactivas buscan la seguridad. Quieren un trabajo “estable” en un mercado “seguro” una “buena empresa”, y se ven a ellos mismos a merced de las condiciones del mercado. Si inician su propio negocio, es debido a que ven que otros ya lo están haciendo, y quieren unirse. Quieren saber que productos se venden y cómo lo están haciendo los demás y cómo podrían copiar parte de sus estrategias para lograr algo similar. Si fallan, será debido a que la industria no lo está haciendo bien, o porque hay mucha competencia, o sencillamente por cualquier otro factor como la mala suerte.
¿Realmente crees que algo de lo que ocurre allá afuera determinará que tan exitoso seas con tus propios esfuerzos? No si eres proactivo. Si eres proactivo, los eventos externos podrán únicamente afectar el tiempo que tardes en llegar a tus metas y el camino que sigas. Pero estos no podrán afectarte directamente. La gente proactiva sin embargo, a veces sufre las consecuencias de las corrientes, pero lo que hacen en tal caso es reajustar su curso para definir de nuevo el camino que deben seguir dadas las nuevas condiciones.
Por supuesto, todos llevamos dentro una mezcla entre proactividad y reactividad. Ejemplos de ambos extremos son muy inusuales, normalmente eres proactivo en algunas cosas y reactivo en otras, o te encuentras en término medio para ciertas actividades en específico.
Podrías considerarte extremadamente proactivo en tareas como asear tu cuarto, pero muy reactivo en cuanto a mantener tu bandeja de entrada de correos electrónicos impecable. Con lo que dejarías que se acumularan, o en su defecto, actuarías en modo Piloto Automático.
Así que tómate el tiempo de analizar si realmente haces uso de tus Dones Humanos: Autoconocimiento, Consciencia, Imaginación Creativa y Voluntad Independiente, para que en aquellos aspectos en los que te sientas débil puedas mejorar sin duda alguna, y convertirte en el piloto de tu propia vida.
Si no te gusta el camino por el cual te lleva la corriente, entonces toma acción y cambia el curso de tu vida Ahora Mismo!.
No esperes a que llegue tu oportunidad. Créala!
Incluso cuando todos a tu alrededor parecen ser reactivos, tú puedes ser proactivo. Inicialmente esto puede sentirse como nadar en contra de la corriente, pero si las corrientes de tu vida te llevan contrario a los demás, entonces es una excelente idea seguir tus propias direcciones.
A pesar de que seguir la corriente, puede ser considerado como un consejo sabio, el nivel de sabiduría de dicho consejo dependerá directamente en la dirección que se encuentre dicha corriente.
Ir con la corriente por ejemplo, significa terminar los estudios y conseguir un trabajo para luego jubilarse. Sin embargo en los actualmente esto dejó de ser una buena idea hace mucho tiempo.
Si realmente quieres vivir una vida extraordinaria, tendrás que ir en contra de la corriente, y en contra de lo que parece bueno para todos los demás, deberás ser proactivo y tomar las riendas de tu vida si realmente quieres lograr ser feliz en el camino al éxito.