¿A quién no le gustaría tener una sonrisa blanca y perfecta pero sin tener que gastar mucho dinero? Quizá has estado pensando en ir al dentista para deshacerte finalmente de esas manchas amarillas, sin embargo, es posible tener una sonrisa hermosa y sin tener que gastar millones en kits u otras soluciones.
Acá te mostramos dos remedios fáciles y naturales que puedes conseguir en tu propia cocina y que te darán una sonrisa blanca, brillante y sin manchas. Prepara tu propio blanqueamiento dental casero.
Concha de cambur
La concha del cambur contiene minerales como el potasio, el magnesio y el manganeso que penetran los dientes y ayudan a blanquearlos. La mejor manera de aprovechar la concha del cambur en lugar de tirarla como generalmente hacemos, es frotándola sobre los dientes durante unos dos minutos.
Después, esperamos quince minutos y los cepillamos con pasta dental común. Este proceso lo podemos repetir dos o tres veces a la semana. Tras un tiempo, te darás cuenta de una diferencia notable visible.
Limón
La cáscara de esta fruta cítrica contiene altos niveles de ácido que funciona como un potente blanqueador. El limón posee propiedades antisépticas y antibacterianas, favorece la eliminación del sarro acumulado, previene la acumulación de placa bacteriana y combate el mal aliento, aportándole a la boca una sensación de limpieza y frescura muy agradable.
También podemos usarlo para eliminar manchas y blanquear los dientes ya que gracias a su contenido en ácido, el cual actúa como un potente aclarador natural, puede llegar a eliminar las manchas oscuras en la dentadura, ayudando a esta a recuperar su color blanco original. Sin embargo, no se recomienda su uso frecuente ya que puede dañar el esmalte dental.
¿Cómo podemos usar el limón?
Hay dos opciones, podemos frotar la piel del limón sobre los dientes o aplicar su jugo, para ello, debemos mezclar la misma cantidad de jugo de limón con agua. Esta mezcla la utilizaremos para cepillarte los dientes.
Bicarbonato de sodio
Muchos expertos en salud dental coinciden en que uno de los blanqueadores de dientes más fuertes y seguros es el bicarbonato de sodio. Es un neutralizador ácido excelente y ayuda a eliminar las manchas de los dientes, a la vez que reduce los ácidos nocivos y mata las bacterias que permiten la formación de placa.
Podemos cepillarnos los dientes solo con el bicarbonato o podemos mezclarlo con un poco de sal y lo aplicamos suavemente sobre los dientes. Dejamos reposar durante dos o tres minutos y enjuagamos con agua después. Los dientes lucirán más blancos y más brillante instantáneamente.
Es importante saber que el bicarbonato usado en exceso o de manera brusca durante el cepillado puede erosionar el esmalte dental.